Un parque
Cuando era Pibe, porque los porteños no éramos niños ni chicos, había un parque muy particular. Cada vez que paso, al volver a la gran ciudad, se me caen encima todos esos recuerdos y quedan tirados en el piso desordenados. Puedo ir juntándolos de a poco y sintiendo como pegaba el aire cálido del verano en la cara, mientras pedaleaba la bicicleta a todo lo que dieran mis piernas flacas, tratando de ser el primero en llegar. El esfuerzo era mucho, mas de 10 cuadras separan ese parque del pasaje donde vivíamos. Y llegar primero garantizaba tener acceso al bebedero blanco que siempre tenia agua fresca.
Agitados, con los cachetes colorados y la panza llena de agua nos sentábamos debajo de la pieza clave del parque, que hacia que en verano fuera un lugar digno de una postal, pero que en invierno no decía nada. Y esto es algo de lo que acabo de darme cuenta. A ese parque solo íbamos en primavera o verano.
El parque en sí es humilde, esta frente al hospital Santojanni y en invierno es chico, no tiene juegos, o sea, nada que haga que uno lo elija.
Pero en primavera pasa a ser enorme, luminoso, tapizado de rosa y todo gracias a esa pieza clave, el Jacarandá.
Algunos azules, otros violeta pero el piso quedaba rosa.
Correr con las bicis levantando una cortina de pétalos, revolcarnos y juntar las semillas que son como castañuelas.
La vieja está en la cueva
Se ríen las ardillas,
María Elena Walsh
Agitados, con los cachetes colorados y la panza llena de agua nos sentábamos debajo de la pieza clave del parque, que hacia que en verano fuera un lugar digno de una postal, pero que en invierno no decía nada. Y esto es algo de lo que acabo de darme cuenta. A ese parque solo íbamos en primavera o verano.
El parque en sí es humilde, esta frente al hospital Santojanni y en invierno es chico, no tiene juegos, o sea, nada que haga que uno lo elija.
Pero en primavera pasa a ser enorme, luminoso, tapizado de rosa y todo gracias a esa pieza clave, el Jacarandá.
Algunos azules, otros violeta pero el piso quedaba rosa.
Correr con las bicis levantando una cortina de pétalos, revolcarnos y juntar las semillas que son como castañuelas.
Al este y al oeste
llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste
del jacarandá.
La vieja está en la cueva
pero ya saldrá
para ver que bonito nieva
del jacarandá.
Se ríen las ardillas,
ja jajá jajá,
porque el viento le hace cosquillas
al jacarandá.
dibujando está
con espuma y papel de seda
del jacarandá.
El viento como un brujo
vino por acá.
Con su cola barrió el dibujo
del jacarandá.
Si pasa por la escuela,
los chicos, quizá,
le pondrán una escarapela
del jacarandá.
María Elena Walsh
Seguramente era una época en la cual los chicos se manejaban solos. Andaban en bici (como vos) o cargaban con la pelota y se sumergían en las plazas durante horas. Ese era su entretenimiento, sano y seguro. Lamentablemente ahora no están seguros ni siquiera en las puertas de sus casas.
ResponderEliminarAyyyy el jacarandá, qué vistoso, cómo adorna las calles, los pueblos!
ResponderEliminarAquí en la zona donde vivo hay muchos y de todos los colores... tantos que hace un tiempo se creó una institución de la cual hablaré en el próximo post y le dieron el nombre "EL JACARANDA"
Me gustó tu espacio!
Un abrazo!
Lo conozco.
ResponderEliminarEs como lo describes.
Es que toda esa parte de Buenos Aires es encantadoramente bella.
Mataderos, Liniers, Versallles, Villa Luro.
Villa Lugano, es hermosa.
Muy lindo tu recuerdo
El jacarandá es uno de los árboles mas lindos!
ResponderEliminarPero yo nunca vi una flor de jacarandá celeste. Todas las que vi son lilas, o violetas.
Para mi que María Elena era daltónica! ajaja
Besoss desde re lejos!
Si Fabiana, si comparo mi niñez con la de mi hermano 15 años menor, da mucha tristeza. También en eso encontramos explicaciones de como va la sociedad.
ResponderEliminarMe gusta que pases y me gusto tu blog.
Gracias Colo por pasar y ya vi ese artículo, te felicito.
Gracias Aquiles, nunca recuerdo cuál es el limite entre Liniers, Villa Luro y Mataderos a esa altura.
Yo creo que es Liniers.
Y si... no le daba la rima para poner "una flor violeta pálido del jacarandá" Y menos la métrica.
Gracias Stella y si vas a dar besos vas a tener que acercarte un poco.
¡Qué belleza de árbol...! y como me ha gustado la cortina levantada de pétalos... me gusta ocmo te recreas en las sensaciones, si me gusta :)
ResponderEliminarUn abrazo
Yo me acerco, pero el que esta lejos en la telaraña virual de no me acuerdo donde, sos vos! ajajaa
ResponderEliminarRecordar lugares y momentos de nuestra infancia, con el color y el aroma de entonces, es un premio para el espíritu...
ResponderEliminarEstas postales irreemplazables, son premios que nuestros ojos llevarán siempre grabados!!!
El Jacarandá es un árbol sumamente bello!!
Gracias por compartir tan hermoso momento de su vida!!
Saludos!!!!
Hola Haideé, ya te extrañaba. Me alegro que te haya gustado y que sigas pasando por aquí.
ResponderEliminarStella, yo estoy lejos cuando dejo mensajes en otro lares, pero aquí estoy muy cerca. Es más, si quiero me toco.
Perdón, me pellizco, así no hay lugar a suspicacias.
Si, el otro día hablábamos de la felicidad. En esos recuerdos, volver a esas sensaciones me da felicidad. Gracias candorosa por seguir pasando.
Les dejo un beso desde aquí.
Lo que más me gusta del jacarandá en las plazas es cuando caen sus flores y forman una "sombra" exacta bajo el árbol; desde lejos puede apreciarse, casi como un paisaje surrealista donde hay un reflejo sin que haya agua..muy lindo recuerdo! saludos
ResponderEliminarholas.. buena onda el blog.. se ve medio corrido en mi pantalla... sls.
ResponderEliminarBienvenida Ada. SI, una surrealista sombra rosa. Me alegro que te gustara, gracias por pasar.
ResponderEliminarHola Lucas, si eso corrido es el resultado de mi primera incursión en la edición HTML. Quise ensancharlo, no me gusta para nada la plantilla que elegí pero cambiarla ahora se complica, tengo lineas editadas dentro, en fin, problemas técnicos que ya iré solucionando.
Me alegro que te guste, saludos y gracias por pasar.
Ese parque no lo conozco, pero mi papá me llevaba los domingos a la mañana a andar en bici por el parque lezama, que tenía una bajadita por la cual se tiraban los pibes ( porque era cosa de pibes, no de nenas) con esos carritos con rulemanes...no sé cómo no se mataban.
ResponderEliminarHoy lo más parecido donde puedo llevar a mis monitos es el parque de Agronomía, que incluso tiene bicicletería ( qué palaaaabraaaa!!!) a la vuelta para alquilar las bicis!!!
Los jacarandás que veo tienen esa florcita de color LAVANDA, que es así como se llama, no violetita pálido ni nada por el estilo.
Beso!
Me ha gustado eso de "cuando era un Pibe" ... trae recuerdos de otros tiempos....
ResponderEliminarbesitos grandotes...
Uyyy si, que recuerdo mi primate amiga. Nosotros solíamos ir a la plaza de mataderos a tirarnos, pero en esa misma plaza del Santojianni había una rampa en redondo donde también nos tirábamos pero nos sacaban corriendo enseguida, no se, dicen que era peligroso, pero éramos muy buenos esquivando pacientes y viejitos con baston.
ResponderEliminarEl parque Lezama por supuesto es parte de mi historia pero de mas grande, me quedaba lejos.
Color lavanda, salmon, perla... pordió. Esas son cosas no son colores.
Ya me hizo encabrar pero igual le dejo un beso.
Ayshane no se por tus lares, pero por aca el termino pibe es muy porteño (de Buenos Aires) y bastante tanguero, hoy ya se usa poco.
Y como es eso?. Si son besitos no pueden ser grandotes, pongámonos de acuerdo.
Parece que hoy es el dia de discutir con los visitantes.
Mire yo le mando un beso(uno solo) y bien grandote...que tanto.
PD: Por favor, no se me vayan a ofender por mi humor de dudosa gracia, yo los considero inteligentes por eso lo hago,. pero aviso por las dudas, ya una se encabró conmigo y no es la intencion.
A todos mi gratitud y una reverencia.
O sea, capturaste esos tiernos episodios de la infancia, le rendiste homenaje al jacarandá (qué bonito es, por aquí se ve poco)y le diste un broche con M.E.Walsh ¿acaso alguien mejor?...y todo en un Post: muy agradable Gamar!
ResponderEliminarY también, por lo que puedo apreciar, leés los comentarios con los dos ojos! Interesante.
Por cierto...con este tema de "lejos"...¨¿Qué tan cerca hay que situarse para saludarte?
Por mientras espero la respuesta dejo mi beso para Vos...por aquí. Y también mi agradecimiento por tu visita, que originó este encuentro.
Gracias Susana por pasar. Te cuento, que suelo usar el boton "Siguiente Blog" y eso me lleva a lugares muy interesantes y sin timón, esta bueno, pero me sucede que encuentro buenas cosas, dejo un comentario y soy tan despistado que nunca mas puedo volver, a no ser, que me visiten como en tu caso. Así que es doble mi agradecimiento, por pasar y dejarme tan elogioso comentario y por facilitarme la dirección de tu blog.
ResponderEliminarCuando ando de visitante estoy lejos pero aquí soy local. Un beso desde aquí.
Me gusta tu blog y el poema que he léido en él..
ResponderEliminarBesos muy dulces
me tiraste encima todos esos recuerdos mios..¿era importante la humildad de la plaza? y quedaron tirados en el piso desordenados
ResponderEliminarAprendi a amar a los árboles en la plaza, logicamente el jacaranda que tapizaba de vioelta, el lapach rosado, que lo hacia de rosado y las tipas que cubren de amrillo el suelo. un abrazo
Gracias sirena, el poema es una canción de María Elena Walsh, me alegra que la marea te trajera a estas costas y te guste el blog. Un beso desde aquí.
ResponderEliminarMinombresabeahierva. Me pareció importante resaltar que es una plaza muy humilde y que gracias al Jacarandá se vuelve majestuosa. Me pusiste a pensar como es que aprendí yo el aprecio por las plantas y no se, pero desde muy chico disfrutaba mucho al ver que un gajito de "Alegría del hogar" prendía y podía reproducir más plantas. Supongo que es herencia de mi vieja que tiene "mano verde".
Gracias por pasar, un abrazo.
Mire, don, quedesé tranquilo que no me ofendo.
ResponderEliminarEs una buena señal que no sepa diferenciar colores como perla, salmón y lavanda.
Si lo pudiera hacer, dudaría de su hombría. Pensaría que,no sé...es usted decorador de interiores, o maquillador...tal vez bailarín clásico.
Pero se ve que no. Que es un escribano chino, según leí por ahí.
Beso!
Mire, le voy a terminar dado la razón. No porque me haya convencido sino por su segundo nombre.
ResponderEliminarLos colores tienen nombre y las cosas también, puede decirme color como el del salmón, pero no color salmón, El salmón es un riquísimo pescado y el color depende de cómo lo cocine, así que tal falta de precisión no puede ser admitida para referenciar un color.
Y a un escribano no se le discute.
Los abajo firmantes cierran el tema
Mona loca
Gamar.
(Es probable que los que no son seguidores de bugman no entiendan nada)
Un beso para Ud. y gracias por pasar.
Recordar la niñez es como recordar la felicidad en su estado más puro, yo recuerdo la mía con verdadero asombro y mucha ternura. Recordar la niñez, cuando eres adulto y estás tan lejos de lo que alguna vez has sido, es algo también muy triste...
ResponderEliminarHe disfrutado mucho de tu historia, te dejo un gran abrazo!
Hola Javier. Bienvenido y espero que puedas disfrutar de la parte feliz de los recuerdos sin que por eso la tristeza tenga que llegar.
ResponderEliminarA mi, al menos hasta ahora, no me da tristeza, no se como sera cuando sean muchos más los años pasados.
Un abrazo desde acá.
Me ha llamado la atención su sensato comentario sobre el uniforme escolar en la bitácora de Mara y Cuyá. Por ese motivo he hecho una visita a ésta y estoy sumamente complacido. Nos vemos.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde Barcelona
Gracias Luis por pasar, me debo pasar a ver el suyo para seguir el tema, nos vemos por allí.
ResponderEliminarUn saludo desde la pampa húmeda Argentina.
Que bonito paisaje!!!
ResponderEliminarQue parque más lindo!!!, aunque no tenga el privilegio ni de conocerlo.
Muy bello, de verdad.
Gamar,gracias por ecribir en mi blog, estoy con un trabajo impresionante y para más inri con una gripe que no me la saco de encima, perdona que no conteste personalmente en mi blog, de hecho no sé ni como me tengo en pie.
En fín es reconfortante leer cosas que te relajannnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!!
bBesitos amigo!!
Precioso arbol, yo lo conoci, de nombre, siendo muy joven cuando lei por vez primera las obras de un dramaturgo asturiano, exilado durante bastantes años en Argentina, Alejandro Casona, en varias de las cuales mecionaba esa bella especie. hoy me ha encantado encontrarlo en tu estupendo escrito.
ResponderEliminarGracias por visitarme y decirte que comprendo y comparto tus palabras.
Espero verte de nuevo por mis "casas"
Un abrazo
Los loros no solemos montar en bicicleta, salvo si nos obligan. Pero, no obstante, al divisar este antiguo parque que, como todo lo antiguo, rezuma sabiduría; me han entrado ganas de dar algunas pedaladas. Pedaladas, sin embargo, de loro viejo y obstinado.
ResponderEliminarExcelente retrato y maravillosos versos.
¡Hasta la vista!
Hola,he venido yo tambien a visitarte, y me ha encantado lo que he visto y leido.Leí el blog de un tirón, ya se que no tiene mérito, pues hace poco que empezaste a escribir y no hay muchas entradas, pero cuando un blog me engancha dá igual lo extenso que sea, me embobo, jajajaja, y eso me ha pasado con el tuyo.
ResponderEliminarTe visitaré a menudo, no lo dudes. Y para tenerte controlado cada vez que edites un nuevo post, te enlazo, si no tienes inconveniente y te sigo...como si fueras un ratoncito.
Gracias por tu visita.
Besos
Lesebe Gracias por pasar y me alegro que te gustara. Cuídate de esa gripe que te necesitamos escribiendo en tu blog..
ResponderEliminarCani, yo sabía que el Jacarandá era de estas tierras pero pensé que ya estaría diseminado por el mundo. Gracias por tus palabras y nos seguiremos leyendo.
Manuel, le hacía falta algún loro a la postal, es cierto que en verano llegan en grandes y bulliciosas bandadas.
Gracias por la visita.
Me gusta la idea de tener una gata detrás. Es la primera vez que me dicen que leyeron todo, gracias por eso.
Nos vemos aqui allá y en todas partes.
Un abrazo para todos.
Gamar
ResponderEliminarqué alegría me has dado!!!! amo al jacarandá. Soy tan afortunada que tengo en la ventana de mi lugar en la escuela, un ceibo y un jacarandá!!! y como estoy en el primer piso tengo las flores ahíiiií, bien cerca. En esta ciudad hay muchas calles como las que pusiste en las fotos....ay qué bonita entrada...gracias!!!! Un saludito desde veredas de cielo
Me alegro que te gustara la entrada porque fuiste la inspiración. Por desgracia acá no aguantan el frío y no se los ve.
ResponderEliminarQue placer tener un lugar de trabajo así, te envidio.
Un beso.
Hermosa la imagen que describis! Tu relato me recordo cuando yo era chica, en la epoca que habia amenazas de bombas en los colegios nos hacian salir a todos y caminar hasta esa misma plaza hasta que pasara el "peligro". Y como olvidar la cancion del jacaranda, horas nos pasabamos con mis amigas escuchando el cassete. Es rarisimo como una situacion que te paso a vos me recordo un monton de otras cosas.!!
ResponderEliminar